Renuncio al sinfín de siempre.
Al ir, al venir, al toparme.
Retorno al ser, a no dañar, a no creerme.
Punto de luz nueva que muere y nace de nuevo al instante.
El que nunca encontró el lugar
hasta aprender que él era el hueco.
Barro de forma imprecisa,
ser que por dentro lo mueve.
Ojos y oídos abiertos.
Calor, viento, lluvia y nieve.
¿por qué no? ¿por qué no todo?
por qué tener que limitarme?
Dame leguas, dame aire,
dame un espacio impreciso.
Dame rectas, dame curvas
Que moldeen mi propio enjambre.
Un sitio donde llegar,
el lugar donde al caer la noche
mi derrota pueda hospedarse.
Retorno al ser para mudar;
al menos para intentarlo.
Regreso de nuevo a mí
intentando recuperarme.
Jesús Agenjo
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